He encontrado en el desván un viejo molino de café Elma, en lamentable estado. pero con el mecanismo aun apto y lo mas importante regulable
Era el que utilizaba mi abuela, pero es también el que aun hoy día utilizan en los cafetales los cultivadores . Puede valer para hacer una prueba o test, con el que referenciar otros molinos mas actuales que ando buscando (pocos, caros y difíciles de hallar !)
Me interesan especialmente los cafés infusionados, que en Galicia se denominaban café de pota y en Sudamérica , de puchero , que me gustan mas que los expresos por tener un largo registro de matices y aromas, necesito por lo tanto café con una molienda media o incluso basta .
Las posibilidades en mi caso – por la nueva residencia – de conseguir café molido adecuadamente son nulas. Así que tendré que hacermelo yo volviendo a los orígenes e ir solucionando los problemas uno a uno, y de momento toca a la molienda
La molienda es un problema serio. Apenas hay modelos de molinillos caseros para café … y casi todos son de cuchillas
No me valen. Las cuchillas muelen irregularmente, una parte del café quedara pulverizado , otras partes excesivamente granulosas debido al efecto centrifugador de la velocidad de las cuchillas que aleja el grano basto del centro de giro y de las cuchillas
Para una molienda adecuada se necesitan muelas mecánicas y regulables, que lo trituren en el gramaje adecuado . Este viejo molino de mano me permite una mínima regulación de molienda con el tornillo superior de ajuste . Empezaremos con este modelo que tomaremos como patrón
Estoy tratando de conseguir un viejo molino de café, de fundición, que antes eran habituales en los ultramarinos en los que se compraba café a granel, para ensayar si molían mejor o tenían una regulación mas fina .
Si finalmente me llega lo restauraré para su utilización, y también será el patrón o referencia .
Quiero cuando abramos de nuevo el restaurante Mesa de Pedra, no solo que el café me llegue recién tostado cada semana, sino que se muela delante del cliente en uno de estos espectaculares molinos e infusionarlo en un sistema tipo Chemex, o las cafeteras francesas, de forma que el cliente no se tome solo un café, sino que el ritual del café – perdido hoy día – forme parte del menú y del disfrute, porque el ritual comenzara ya en el momento de la elección del grano oliendolo, el aroma del café recién molido, los aromas percibidos durante la infusión y … finalmente el paladeo y disfrute sensorial en el momento de tomarlo .
Total , unos 10 minutos de placer e imaginación desbocada esperando un sabor de una varietal desconocida o un descubrimiento semejante
Pero poner en valor el café para el cliente, y explicarle por que es tan importante es lo que mas me ha gustado hacer siempre
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