Los germinados como alimentos completos … y baratisimos

Los germinados son uno de los pocos alimentos que ingerimos vivos y este simple hecho aumenta exponencialmente su valor nutricional que se mantiene intacto hasta el mismo momento en que los comemos. Entonces ayudan a su propia digestión de modo que permiten que el organismo descanse y se regenere y les convierte en alimentos completos que pueden contribuir a corregir las carencias de la alimentación moderna.

Redescubiertos por los consumidores occidentales hace apenas 25 años los germinados son el alimento «vivo» más antiguo que se conoce. De hecho, las primeras referencias se remontan a la China de hace seis milenios donde, además de como alimento, se empleaban a modo de remedio terapéutico para tratar diversas dolencias.

Pero no sería hasta el siglo XVIII cuando se conocerían en Europa sus poderosos efectos antiescorbúticos de la mano del legendario Capitán Cook quien durante más de tres años consiguió que ningún miembro de su tripulación muriera de escorbuto por falta de vitamina C suministrándoles a diario un té elaborado con judías germinadas.

Hasta entonces una expedicion de tres meses perdia a casi la mitad de la tripulacion

Posteriormente, ya en el siglo XX, se ha contrastado que las semillas germinadas son el remedio más barato y efectivo para combatir esta grave dolencia. Y no sólo eso porque también se sabe que sus enzimas, vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos y clorofila les confieren unas interesantes propiedades antioxidantes, desintoxicantes, inmunoestimuladoras, reconstituyentes, favorecedoras de la regulación intestinal y tonificantes del sistema nervioso.

En resumen, comer semillas germinadas es comer vida con lo que ello significa de incorporar vigor y energía a todas las células del cuerpo.

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